Cecilia Tan sobre la saga de la Contratierra (1996)
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Cecilia Tan sobre la saga de la Contratierra (1996)
Prólogo a la Edicion Masquerade de Tarnsmen of Gor
Lector, tienes en tus manos un mojón de libro, Tarnsman de Gor, el primero de la saga goreana de John Norman. Gor es la Contratierra, una sociedad bárbara diferente a la nuestra, aunque espejo de ella. En Gor, John Norman creo un mundo gobernado por estrictos códigos de conducta y fieras emociones: la lealtad, el honor, la pasión. De algún modo, Gor no es tan diferente de otros mundos de fantasia/ ciencia ficción publicados del “new wave” de los últimos años 60 y primeros años 70, mundos como Pern de Anne McCaffrey (Dragonflight,1968) y Melnibone de Michael Moorcock (Elric de Melnibone,1972). Cada aventura épica describe un mundo de ponderosas emociones — emociones que evocan las leyendas del pasado, libres del cinismo y escepticismo del mundo moderno. Y ambos mundos Pern y Melnibone están poblados de personajes que traban batalla en prácticas sexuales y románticas acorde a la visión de sus propios creadores. Aquí, sin embargo, es donde Gor difiere. Imagine las hordas de jóvenes (como yo) peinadas a través de páginas de libros de bolsillo para encontrar una sentencia aquí o allí aludiendo a Elric hacienda el amor a una mujer hermosa de las arenas de una cueva aislada o Lessa y F’lar volando en paralelo de forma apasionada con sus dragones. ¡Tela de caliente! Pero para sadomasoquistas en ciernes y entusiastas de la Dominación/sumisión (D/s) como yo no hay nada comparado a las alusiones y relaciones interpersonales que se encuentran en Gor, un mundo donde los esclavos de placer están alimentados de passion, donde los Guerreros atan a sus amantes al lomo de halcones gigantes para desflorarlas.
Debo admitir, sin embargo, que mi primer encuentro con el mundo de Gor no vino a través del consume voraz de libros de bolsillo de mi juventud; fuí iniciada en Amber de Roger Zelazny, Dune de Frank Herbert, Darkover de Marion Zimmer Bradley, pero nunca llegué a los libros de Gor. Ahora, ya superada mi edad adulta, y tras mi entrada en la escena sumisión masquista, al escribir mi primera historia de ciencia ficción sumiso masoquista, “Telepath don’t need Safewords”, una historia con la que intenté expresar mis deseos más profundos sobre el modelo de sumisión femenina y dominación masculina. Intenté incorporar ideales de lealtad, autodisciplina, y honor — conceptos que me fascinaban tanto como cualquier látigo fetichista o estremecimiento sexual. Yo era una joven caliente y altamente masoquista en búsqueda de un listón más alto, sin idea de lo que un látigo sentía ni idea de las profundidad sumisas de mi alma. Y yo creo que no fue accidental que el hombre que me domesticó sea, en algunos aspectos, un goreano.
El había leído los libros siendo más joven — cualquiera diria que fueron parte de lo que dio forma a sus ideales sobre la dominación y la sumision, o quizás que resonaban de los ideales que el ya habia aprehendido. Aunque no llegase a tocar este juego conmigo, sabía que había entrenado a otras mujeres como si fuesen esclavas goreanas y les hablaba a menudo de los libros. No estaba sólo. Como se movía por varios círculos de la comunidad de cuero, encontré un hilo muy fuerte y común: mucha gente que había leído estos libros y les gustó lo que leyeron.Algunas novelas de fantasia contenian escenas de captura y tortura con abundante material para despegar y recrear S/M. Pero en las novelas de Gor, había mucho más sobre heros que sufrían en manos de villanos. Aquí había hombres y mujeres formando lazos duraderos por medio del dominio y la esclavitud; aquí había códigos de conducta que encapsulaba el dar-y-tomar de una relación D/s; aquí había lo más cercano a los modelos de rol positivos para amo y esclava que se pudiesen encontrar. En Gor, una mujer puede someter a un hombre, sus muñecas cruzadas, sabiendo que puede hacer lo que le plazca.
Pero él esta atado por sus propios codigos de conducta: si acepta la sumisión de ella acepta la responsabilidad de protegerla, luchar por ella si es necesario. Ella elige someterse, el elige si la acepta o no. Aunque Gor está poblado de varios tipos de esclavos, algunos alimentados y criados, otros capturados de tribus rivales, Norman continuamente crea situaciones en las que los personajes eligen sus roles, caminando por la fina linea de la etica de la consensualidad.
Sí, es realmente el núcleo de Gor: la ética. Bajos los códigos goreanos de conducta y ley, es absolutamente ético cuando la situacion demanda que nuestro heroe esclavice a nuestra heroina. Y dado que Norman ha creado un personaje principal, Tarl Cabot, que llegó procedente de la Tierra, es capaz de comparer los standard de la Tierra del comportamiento ético de los goreanos. Y nosotros, como lectores, podemos compartir esta imaginación, este mundo de fantasia donde ser amo y esclava es honorable. Yo he interpretado la parte de la esclava goreana: ella es caprichosa y voluntariosa, pero tambien leal y devote, con necesidad de corrección y de ganarse la atención de su amo, pero tiene orgullo por servir a su amo también.
El Juego de rol S/M puede, por supuesto, abarcar roles muy numerosos: Nazi y piloto aliado capturado, doctor y paciente, sargento- taladro y recluta Novato, pirata y princesa. Muchos de ellos son divertidos para una juego sexual de noche, pero para jugadores D/S en búsqueda de una imagen común de propiedad y unión entre amo y esclava, encuentran la imagen en Gor. Esto es por lo que nunca me sorprendió descubrir, a lo largo de la lectura de The Story of O, The claiming of sleeping beauty, Macho sluts y otros “clásicos” de literatura S/M, uno o dos (o muchos!) libros goreanos en las estanterías de jugadores S/M. Y esto es por lo que es tan apropiado para Richard Kasak y Masquerade Books traer la serie goreana en una nueva edición.
Quizás debiera decir una pocas palabras sobre el por qué los libros estaban fuera de publicacion. La ciencia ficción y las publicaciones fantásticas, en conjunto, es un mercado vasto donde las nuevas novelas pueden ir y venir en varios meses, pero bestsellers perennes — como Dune y la Fundación de Isaac Asimov, y por supuesto The Lord of the Rings de J.R.R Tolkien, son continuamente reimpresos para la audiencia más joven. Pero en él se halla una contradicción que la ciencia ficción/ fantasia nunca ha meditado a fondo — es para adultos o para niños? La Biblioteca Pública de Boston tiene los libros que mencioné anteriormente, Dragonflight de Anne McCaffrey y Elric de Melnibone, de Michael Moorcock, catalogados como libros para “jóvenes adultos”. Muchos editores de ciencia ficción piensan que sus lectores son chicos de catorce años, a pesar de que los libros de bolsillo de ciencia ficción son comprados mayoritariamente por adultos de veinticinco años, y al menos la mitad son mujeres. Pero esta realidad tiene poco impacto en las decisiones editoriales. Después de varias docenas de libros de la saga goreana, volviendo continuamente a las listas de ventas, la saga goreana fue abandonada por su editor. No me refiero a que sepa la historia completa, no dudo de que en algo sea parte de la verdad y otras meras exageraciones, pero el resultado de varias fuerzas (que incluían la influencia insidiosa de lo políticamente correcto, la actitud anti-sexista que prevaleció en los ochenta, las prácticas de negocio de cortar el cuello en el Mercado editorial, y la quizás falsa percepción de que sus lectores estaban “cansados” de la saga) fueron mal acusación para Gor.
A pesar de record como autor best-seller, se encontró incapaz de vender un nuevo manuscrito en ningun lugar de la industria, y los viejos libros fueron comidos por las polillas con el consentimiento de sus editores. Pronto el único lugar para un buscar un libro de Gor fueron las librerías de segunda mano, y la rareza de ellos allís (sí, miré) daba fe de que esos lectores que los habían comprado de segunda mano los mantenían y quienes los querían los robaban rápidamente.
En 1992, poco después de la primera publicación de mi libro Telepaths don’t need safewords, me encontré con John Norman en una convención sobre ciencia ficción. Me contuve el nervio de pararle en el hall y exprimiendo malamente cualquier punto que pudiera hacer, impelé mi libro sobre sus manos y me alejé. Estaba completamente asustada meses mas tarde cuando recibi una carta de él alabando mis esfuerzos por combinar la descripción de sexo explícito con la ciencia ficción “ Es hora de que la ciencia ficción y la fantasía se desarrollen”, escribió.
Bien, su establecimiento cambia despacio, y las batallas de lo políticamente correcto todavía prosiguen… Olvidémonos por ahora. Porque la saga goreana se está imprimiendo otra vez — de un editor entusiasta en desafiar las normas establecidas y la retórica de la “corrección”, y que de todo corazón apoya las exploraciones adultas de la fantasía sexual. Masquerade Books es el editor de la obra Mr. Benson de John Preston, Venus en las pieles de Leopold von Sacher-Masoch, El Mercado de Sara Adamson. Tarnsmen of Gor estará en casa entre estos libros, justo en las estanterías de los jugadores de S/M de todo el mundo.
Copyright 1996 Cecilia Tan. Todos los derechos reservados.
Traducido por Daniel Jones & Carrie Dixon
Debo admitir, sin embargo, que mi primer encuentro con el mundo de Gor no vino a través del consume voraz de libros de bolsillo de mi juventud; fuí iniciada en Amber de Roger Zelazny, Dune de Frank Herbert, Darkover de Marion Zimmer Bradley, pero nunca llegué a los libros de Gor. Ahora, ya superada mi edad adulta, y tras mi entrada en la escena sumisión masquista, al escribir mi primera historia de ciencia ficción sumiso masoquista, “Telepath don’t need Safewords”, una historia con la que intenté expresar mis deseos más profundos sobre el modelo de sumisión femenina y dominación masculina. Intenté incorporar ideales de lealtad, autodisciplina, y honor — conceptos que me fascinaban tanto como cualquier látigo fetichista o estremecimiento sexual. Yo era una joven caliente y altamente masoquista en búsqueda de un listón más alto, sin idea de lo que un látigo sentía ni idea de las profundidad sumisas de mi alma. Y yo creo que no fue accidental que el hombre que me domesticó sea, en algunos aspectos, un goreano.
El había leído los libros siendo más joven — cualquiera diria que fueron parte de lo que dio forma a sus ideales sobre la dominación y la sumision, o quizás que resonaban de los ideales que el ya habia aprehendido. Aunque no llegase a tocar este juego conmigo, sabía que había entrenado a otras mujeres como si fuesen esclavas goreanas y les hablaba a menudo de los libros. No estaba sólo. Como se movía por varios círculos de la comunidad de cuero, encontré un hilo muy fuerte y común: mucha gente que había leído estos libros y les gustó lo que leyeron.Algunas novelas de fantasia contenian escenas de captura y tortura con abundante material para despegar y recrear S/M. Pero en las novelas de Gor, había mucho más sobre heros que sufrían en manos de villanos. Aquí había hombres y mujeres formando lazos duraderos por medio del dominio y la esclavitud; aquí había códigos de conducta que encapsulaba el dar-y-tomar de una relación D/s; aquí había lo más cercano a los modelos de rol positivos para amo y esclava que se pudiesen encontrar. En Gor, una mujer puede someter a un hombre, sus muñecas cruzadas, sabiendo que puede hacer lo que le plazca.
Pero él esta atado por sus propios codigos de conducta: si acepta la sumisión de ella acepta la responsabilidad de protegerla, luchar por ella si es necesario. Ella elige someterse, el elige si la acepta o no. Aunque Gor está poblado de varios tipos de esclavos, algunos alimentados y criados, otros capturados de tribus rivales, Norman continuamente crea situaciones en las que los personajes eligen sus roles, caminando por la fina linea de la etica de la consensualidad.
Sí, es realmente el núcleo de Gor: la ética. Bajos los códigos goreanos de conducta y ley, es absolutamente ético cuando la situacion demanda que nuestro heroe esclavice a nuestra heroina. Y dado que Norman ha creado un personaje principal, Tarl Cabot, que llegó procedente de la Tierra, es capaz de comparer los standard de la Tierra del comportamiento ético de los goreanos. Y nosotros, como lectores, podemos compartir esta imaginación, este mundo de fantasia donde ser amo y esclava es honorable. Yo he interpretado la parte de la esclava goreana: ella es caprichosa y voluntariosa, pero tambien leal y devote, con necesidad de corrección y de ganarse la atención de su amo, pero tiene orgullo por servir a su amo también.
El Juego de rol S/M puede, por supuesto, abarcar roles muy numerosos: Nazi y piloto aliado capturado, doctor y paciente, sargento- taladro y recluta Novato, pirata y princesa. Muchos de ellos son divertidos para una juego sexual de noche, pero para jugadores D/S en búsqueda de una imagen común de propiedad y unión entre amo y esclava, encuentran la imagen en Gor. Esto es por lo que nunca me sorprendió descubrir, a lo largo de la lectura de The Story of O, The claiming of sleeping beauty, Macho sluts y otros “clásicos” de literatura S/M, uno o dos (o muchos!) libros goreanos en las estanterías de jugadores S/M. Y esto es por lo que es tan apropiado para Richard Kasak y Masquerade Books traer la serie goreana en una nueva edición.
Quizás debiera decir una pocas palabras sobre el por qué los libros estaban fuera de publicacion. La ciencia ficción y las publicaciones fantásticas, en conjunto, es un mercado vasto donde las nuevas novelas pueden ir y venir en varios meses, pero bestsellers perennes — como Dune y la Fundación de Isaac Asimov, y por supuesto The Lord of the Rings de J.R.R Tolkien, son continuamente reimpresos para la audiencia más joven. Pero en él se halla una contradicción que la ciencia ficción/ fantasia nunca ha meditado a fondo — es para adultos o para niños? La Biblioteca Pública de Boston tiene los libros que mencioné anteriormente, Dragonflight de Anne McCaffrey y Elric de Melnibone, de Michael Moorcock, catalogados como libros para “jóvenes adultos”. Muchos editores de ciencia ficción piensan que sus lectores son chicos de catorce años, a pesar de que los libros de bolsillo de ciencia ficción son comprados mayoritariamente por adultos de veinticinco años, y al menos la mitad son mujeres. Pero esta realidad tiene poco impacto en las decisiones editoriales. Después de varias docenas de libros de la saga goreana, volviendo continuamente a las listas de ventas, la saga goreana fue abandonada por su editor. No me refiero a que sepa la historia completa, no dudo de que en algo sea parte de la verdad y otras meras exageraciones, pero el resultado de varias fuerzas (que incluían la influencia insidiosa de lo políticamente correcto, la actitud anti-sexista que prevaleció en los ochenta, las prácticas de negocio de cortar el cuello en el Mercado editorial, y la quizás falsa percepción de que sus lectores estaban “cansados” de la saga) fueron mal acusación para Gor.
A pesar de record como autor best-seller, se encontró incapaz de vender un nuevo manuscrito en ningun lugar de la industria, y los viejos libros fueron comidos por las polillas con el consentimiento de sus editores. Pronto el único lugar para un buscar un libro de Gor fueron las librerías de segunda mano, y la rareza de ellos allís (sí, miré) daba fe de que esos lectores que los habían comprado de segunda mano los mantenían y quienes los querían los robaban rápidamente.
En 1992, poco después de la primera publicación de mi libro Telepaths don’t need safewords, me encontré con John Norman en una convención sobre ciencia ficción. Me contuve el nervio de pararle en el hall y exprimiendo malamente cualquier punto que pudiera hacer, impelé mi libro sobre sus manos y me alejé. Estaba completamente asustada meses mas tarde cuando recibi una carta de él alabando mis esfuerzos por combinar la descripción de sexo explícito con la ciencia ficción “ Es hora de que la ciencia ficción y la fantasía se desarrollen”, escribió.
Bien, su establecimiento cambia despacio, y las batallas de lo políticamente correcto todavía prosiguen… Olvidémonos por ahora. Porque la saga goreana se está imprimiendo otra vez — de un editor entusiasta en desafiar las normas establecidas y la retórica de la “corrección”, y que de todo corazón apoya las exploraciones adultas de la fantasía sexual. Masquerade Books es el editor de la obra Mr. Benson de John Preston, Venus en las pieles de Leopold von Sacher-Masoch, El Mercado de Sara Adamson. Tarnsmen of Gor estará en casa entre estos libros, justo en las estanterías de los jugadores de S/M de todo el mundo.
Copyright 1996 Cecilia Tan. Todos los derechos reservados.
Traducido por Daniel Jones & Carrie Dixon
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