Michael Rowe introduciendo a Los reyes sacerdotes de Gor (1996)
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Michael Rowe introduciendo a Los reyes sacerdotes de Gor (1996)
Como escritor de novelas de ficción especulativa y erotismo, es un honor singular presentar este libro, Los reyes sacerdotes de Gor de John Norman. Al hacerlo, estoy reconociendo dos deudas. La primera es personal. Largamente atrás la palabra “erótica” (o “escrito sobre sexo” – la actual apelación para todos los públicos – o “porno” en tela de juicio, tan debatido, y una vez más extrañamente de moda entre una generación más joven de escritores) tuviese un uso popular, descubrí un libro de John Norman titulado El esclavo luchador de Gor, obviamente no es el libro que tienes en tus manos.
Tenía dieciséis años, en la escuela de preparación para la universidad, en Selkirk, Manitoba, en el devenir de un hombre. Compré el libro en la tabaquería del pueblo. Lo encontré en un polvoriento estante cerca de las revistas, cuando los libros de bolsillo podían ser comprados sin la idea de su elevado precio, y sacudió mi mundo adolescente, cambiando mi visión de la sexualidad para siempre.
Aunque estaba publicando verso romántico en revistas jóvenes en esos años, la poesía del I love her/She loves me/ The wind whispered in a tree variety (intentando con mucho esfuerzo convencerme que escribía sobre mi atracción, y amor, por las chicas) sospecho que un pornógrafo nació aquel año de la Contratierra de Norman, mundo bárbaro y dulce de amos y esclavas.
Aunque, como todos los libros de Gor, El esclavo luchador fue casi caricaturescamente heterosexual, atizó mi líbido adolescente con su retrato de un hombre de la tierra, cargado con todas las debilidades y compromisos de la sociedad civilizada, transformado en contra de su voluntad, primero, un objeto aplicado y musculoso de placer y deseo, luego un gladiador, y finalmente, en un guerrero que consigue zafarse de los grilletes de su propia esclavitud y viaja fuera del ocaso con una voluptuosa esclava arrojada sobre su espalda ( su antigua Ama, si no recuerdo mal). El arco completo del desarrollo del personaje, incluyendo su esclavización y descivilización, se estaba librando.Su sufrimiento era exquisito. El hecho de que el fue un esclavo para las mujeres fue una parte de un impedimento a mis fantasias – causándome brevemente el considerar la opción de la heterosexualidad- pero el sentido común y una habilidad innata para transponer el género sexual ganó. Curiosamente, me ocurrió incluso a los 16 años que este libro fuese SM enmascarado en ciencia ficción heterosexual, y recuerdo que pensaba, maliciosamente, Bien hecho, sí señor. Mientras mis compañeros de escuela tenían sus revistas Playboy confiscadas, mis libros de Gor permanecían intocables. Y mis noches estaban llenas de los sueños más oscuros.
Me sentía dueño de un secreto privado, parte de una pandilla, y de hecho lo fui. Mas tarde descubriría que muchos de mis amigos también habían descubierto los libros de Norman, y los coleccionaban asiduamente. Muchos de estos amigos han conseguido una vida y una carrera profesional impecable de respetabilidad – a diferencia de la mia, gracias a Dios.
Recientemente estaba conduciendo para llegar a mi casa después de pasar la tarde con un viejo amigo, Chris, uno de los hombres que llamo mis hermanos. En el camino a casa, le mencioné que estaba escribiendo una introducción a este libro. Recordaba el libro bastante bien, y se animó mucho. Juntos maravillosamente sofreímos el argumento de Priest-Kings como lo recordábamos, ambos milagrosamente otra vez desde los dieciséis, haciendo volver varios puntos que habían sido retenidos de algún modo en nuestro inconsciente después de cerca de veinte años.
Esto había sido siempre parte de la magia de la escritura de John Norman. El mundo de la Contra-Tierra había dado ya tal salto, y la adhesión de los cuentos de Norman tan tranquilizador, que después de haber ido tan lejos en una parte no era razonable, simplemente, alegre, suspender más alla de la incredulidad, y saltar con un brinco hacia la nebulosa.
Los reyes sacerdotes de Gor es el libro tercero de las series de Norman, y ha sido un gozo regresar a él y releerlo como hombre gay adulto, como escritor, y como activista contra la censura. He disfrutado el paseo tanto esta veces como li hice hace años – pero revisitando un mundo viejo después de muchos años era dar luz a caminos más nuevos.
La novela explora las nuevas aventuras de Tarl Cabot. Esta vez, entra en las montañas de las Sardar en busca de los misteriosos y todo poderosos Reyes Sacerdotes que habían destruido su hogar, Ko-ro-ba. Tarl Cabot penetra en las Sardar en una tentativa para averiguar si su esposa está muerta o sigue con vida. Los descubrimientos que hace en esta aventura épica tiene todas las marcas de la mejor obra de Norman. Otra vez, las hachas que caen sobre la novela son la fortaleza, la resistencia, la nobleza y el honor. La búsqueda heroica de Cabot a Talena; su batalla contra la barbarie de lo reyes sacerdotes; la indiferencia de los reyes sacerdotes por todas las especies “inferiores” en especial por sus esclavos machos y hembras; el rescate de Cabot de la arrogante esclava, Vika, en los túneles del escarabajo de oro; el juicio de los reyes sacerdotes a la humanidad; y, por ultimo, la batalla y la redención. Este es el material de la mejor obra de fantasia de espada y planeta/ ciencia ficción, sin magia.
Para aficionados del SM o sexualidad alternativa, esta novela está repleta de ritual y fetichismo. Las descripciones siempre-jugosas de la danza intrincada de la dominación y sumisión entre los señores de la guerra goreanos y sus kajirae, o chicas esclava, están presentes. Pero como gay, estoy más encantado con los dos esclavos macho, los gemelos Mul-Al-Ka y Mul-Ba-Ta.
“Apenas tenía su delicado pie que tocaba el pulsador”, cuenta el dedicado heterosexual Tarl Cabot, claramente no desprevenido del potencial homoerótico del esclavo macho, “que un panel resbaló de lado y dos hombres hermosos, de la más simetrica forma y rasgos, con cabezas afeitadas y chapados de púrpura, túnicas de plástico para esclavos, entraron a la habitación y se prosternaron antela tarima.
A una señal de Sarm ellos saltaron a sus pies y permanecieron en alerta junto a la tarima, sus pies extendidos, sus cabezas altas, sus brazos plegados.
“Observa a estos dos” dijo Sarm”.
Los reyes sacerdotes son fetichistas de la limpieza, requiriendo que sus esclavos se laven doce veces al día, manteniendo sus cabezas y cuerpos aseados, y ser indefectiblemente subsirvientes todas las veces.
Y, sin embargo, de alguna manera el juego de rol no se queda sólo para el lector. Parte del poder de la mejor fantasía escrita es su habilidad para crear un espacio seguro en la mente del lector, de modo que él, o ella, pueda trasladarse e identificarse con los personajes a voluntad. En las novelas de Norman, uno puede escoger la espada y la coraza de batalla del guerrero goreano, las ropas de una “mujer libre de alta casta”, las sedas de una esclava, o, en el caso de Los Reyes Sacerdotes de Gor, la túnica de plástico del mul, el esclavo de los Reyes Sacerdotes. Sus historias, roles, y aventuras son solo tan lejos como el libro que tienes en tus manos. La obra de John Norman, en adición a ser una lectura muy buena, es reaccionaria y excitante. Las novelas de Gor violan todos los canones del buen gusto y lo políticamente correcto, y están disponibles para todo el mundo por el precio de un libro de bolsillo. Aunque no necesariamente entendido como tal, las novelas son un foro para la exploración, para fantasias privadas, y para identicarse clandestinamente. Son violentas, salvajes y chocantemente eróticas. En Gor, se tiene en buen concepto en no encogerse de hombre ante las hipocresías y los interminables códigos de conducta afilados con los que vivimos, y se valora el experimentar la vida más cerca conforme más a nuestra naturaleza física. Pero luego, no es la obligación del escritor de fantasia-ficción el conformar la idea de todos de una sociedad sana, educada.
Obviamente, un mundo de violencia y honor, esclavitud y posesión, barbarie y heroism, se disfruta mejor en un foro ficticio. Pero eso es lo que la fantasía. Esos quienes critican los libros de Norman por promocionar la “degradación” o “violencia” necesitan preguntarse por qué tienen tal tenue dominio sobre sus propias identidades que se sienten amenazados por un libro que es tan claramente de celebración de cuentos sublimes, llamativos. John Norman is la calma no sólo para una generación de escritores de ciencia ficción, sino tambien para una generación de escritores de novela erótica, muchos de los cuales con la edición de su hermoso y bárbaro mundo tan claramente visible con la marca goreana.
Hasta hace poco, los libros de Gor estaban disponibles principalmente en librerías de segunda mano, o en catálogos selectos de coleccionistas. Para aquellos de nosotros que conocen y aman los libros de Norman, y se divierten tumultuosamente con el hecho de que están siendo puesto otra vez en circulación general, la publicación de Los reyes sacerdotes de Gor es una ocasión para la celebración.
Anteriormente, mencioné que reconozco dos deudas en esta introducción.
Como dije, la primera es personal. La segunda deuda es a favor de mi generación de lectores y fans. El paisaje onírico de nuestros sueños y fantasias ha sido ricamente aumentado por la imaginación ilimitada de este hombre. Para aquellos de nosotros que conocemos y amamos su escritura, démosle de nuevo la bienvenida.
Para aquellos de vosotros que vais a descubrir la Contra-Tierra, puede la brisa nocturna llevarte sobre el lomo de un tarn, mucho más allá de las montañas de las Sardar y hacia los reinos sin fin de las aventuras extáticas de John Norman.
Disfruta.
Copyright 1996 Michael Rowe. All rights reserved
Traducido por Carrie Dixon
Tenía dieciséis años, en la escuela de preparación para la universidad, en Selkirk, Manitoba, en el devenir de un hombre. Compré el libro en la tabaquería del pueblo. Lo encontré en un polvoriento estante cerca de las revistas, cuando los libros de bolsillo podían ser comprados sin la idea de su elevado precio, y sacudió mi mundo adolescente, cambiando mi visión de la sexualidad para siempre.
Aunque estaba publicando verso romántico en revistas jóvenes en esos años, la poesía del I love her/She loves me/ The wind whispered in a tree variety (intentando con mucho esfuerzo convencerme que escribía sobre mi atracción, y amor, por las chicas) sospecho que un pornógrafo nació aquel año de la Contratierra de Norman, mundo bárbaro y dulce de amos y esclavas.
Aunque, como todos los libros de Gor, El esclavo luchador fue casi caricaturescamente heterosexual, atizó mi líbido adolescente con su retrato de un hombre de la tierra, cargado con todas las debilidades y compromisos de la sociedad civilizada, transformado en contra de su voluntad, primero, un objeto aplicado y musculoso de placer y deseo, luego un gladiador, y finalmente, en un guerrero que consigue zafarse de los grilletes de su propia esclavitud y viaja fuera del ocaso con una voluptuosa esclava arrojada sobre su espalda ( su antigua Ama, si no recuerdo mal). El arco completo del desarrollo del personaje, incluyendo su esclavización y descivilización, se estaba librando.Su sufrimiento era exquisito. El hecho de que el fue un esclavo para las mujeres fue una parte de un impedimento a mis fantasias – causándome brevemente el considerar la opción de la heterosexualidad- pero el sentido común y una habilidad innata para transponer el género sexual ganó. Curiosamente, me ocurrió incluso a los 16 años que este libro fuese SM enmascarado en ciencia ficción heterosexual, y recuerdo que pensaba, maliciosamente, Bien hecho, sí señor. Mientras mis compañeros de escuela tenían sus revistas Playboy confiscadas, mis libros de Gor permanecían intocables. Y mis noches estaban llenas de los sueños más oscuros.
Me sentía dueño de un secreto privado, parte de una pandilla, y de hecho lo fui. Mas tarde descubriría que muchos de mis amigos también habían descubierto los libros de Norman, y los coleccionaban asiduamente. Muchos de estos amigos han conseguido una vida y una carrera profesional impecable de respetabilidad – a diferencia de la mia, gracias a Dios.
Recientemente estaba conduciendo para llegar a mi casa después de pasar la tarde con un viejo amigo, Chris, uno de los hombres que llamo mis hermanos. En el camino a casa, le mencioné que estaba escribiendo una introducción a este libro. Recordaba el libro bastante bien, y se animó mucho. Juntos maravillosamente sofreímos el argumento de Priest-Kings como lo recordábamos, ambos milagrosamente otra vez desde los dieciséis, haciendo volver varios puntos que habían sido retenidos de algún modo en nuestro inconsciente después de cerca de veinte años.
Esto había sido siempre parte de la magia de la escritura de John Norman. El mundo de la Contra-Tierra había dado ya tal salto, y la adhesión de los cuentos de Norman tan tranquilizador, que después de haber ido tan lejos en una parte no era razonable, simplemente, alegre, suspender más alla de la incredulidad, y saltar con un brinco hacia la nebulosa.
Los reyes sacerdotes de Gor es el libro tercero de las series de Norman, y ha sido un gozo regresar a él y releerlo como hombre gay adulto, como escritor, y como activista contra la censura. He disfrutado el paseo tanto esta veces como li hice hace años – pero revisitando un mundo viejo después de muchos años era dar luz a caminos más nuevos.
La novela explora las nuevas aventuras de Tarl Cabot. Esta vez, entra en las montañas de las Sardar en busca de los misteriosos y todo poderosos Reyes Sacerdotes que habían destruido su hogar, Ko-ro-ba. Tarl Cabot penetra en las Sardar en una tentativa para averiguar si su esposa está muerta o sigue con vida. Los descubrimientos que hace en esta aventura épica tiene todas las marcas de la mejor obra de Norman. Otra vez, las hachas que caen sobre la novela son la fortaleza, la resistencia, la nobleza y el honor. La búsqueda heroica de Cabot a Talena; su batalla contra la barbarie de lo reyes sacerdotes; la indiferencia de los reyes sacerdotes por todas las especies “inferiores” en especial por sus esclavos machos y hembras; el rescate de Cabot de la arrogante esclava, Vika, en los túneles del escarabajo de oro; el juicio de los reyes sacerdotes a la humanidad; y, por ultimo, la batalla y la redención. Este es el material de la mejor obra de fantasia de espada y planeta/ ciencia ficción, sin magia.
Para aficionados del SM o sexualidad alternativa, esta novela está repleta de ritual y fetichismo. Las descripciones siempre-jugosas de la danza intrincada de la dominación y sumisión entre los señores de la guerra goreanos y sus kajirae, o chicas esclava, están presentes. Pero como gay, estoy más encantado con los dos esclavos macho, los gemelos Mul-Al-Ka y Mul-Ba-Ta.
“Apenas tenía su delicado pie que tocaba el pulsador”, cuenta el dedicado heterosexual Tarl Cabot, claramente no desprevenido del potencial homoerótico del esclavo macho, “que un panel resbaló de lado y dos hombres hermosos, de la más simetrica forma y rasgos, con cabezas afeitadas y chapados de púrpura, túnicas de plástico para esclavos, entraron a la habitación y se prosternaron antela tarima.
A una señal de Sarm ellos saltaron a sus pies y permanecieron en alerta junto a la tarima, sus pies extendidos, sus cabezas altas, sus brazos plegados.
“Observa a estos dos” dijo Sarm”.
Los reyes sacerdotes son fetichistas de la limpieza, requiriendo que sus esclavos se laven doce veces al día, manteniendo sus cabezas y cuerpos aseados, y ser indefectiblemente subsirvientes todas las veces.
Y, sin embargo, de alguna manera el juego de rol no se queda sólo para el lector. Parte del poder de la mejor fantasía escrita es su habilidad para crear un espacio seguro en la mente del lector, de modo que él, o ella, pueda trasladarse e identificarse con los personajes a voluntad. En las novelas de Norman, uno puede escoger la espada y la coraza de batalla del guerrero goreano, las ropas de una “mujer libre de alta casta”, las sedas de una esclava, o, en el caso de Los Reyes Sacerdotes de Gor, la túnica de plástico del mul, el esclavo de los Reyes Sacerdotes. Sus historias, roles, y aventuras son solo tan lejos como el libro que tienes en tus manos. La obra de John Norman, en adición a ser una lectura muy buena, es reaccionaria y excitante. Las novelas de Gor violan todos los canones del buen gusto y lo políticamente correcto, y están disponibles para todo el mundo por el precio de un libro de bolsillo. Aunque no necesariamente entendido como tal, las novelas son un foro para la exploración, para fantasias privadas, y para identicarse clandestinamente. Son violentas, salvajes y chocantemente eróticas. En Gor, se tiene en buen concepto en no encogerse de hombre ante las hipocresías y los interminables códigos de conducta afilados con los que vivimos, y se valora el experimentar la vida más cerca conforme más a nuestra naturaleza física. Pero luego, no es la obligación del escritor de fantasia-ficción el conformar la idea de todos de una sociedad sana, educada.
Obviamente, un mundo de violencia y honor, esclavitud y posesión, barbarie y heroism, se disfruta mejor en un foro ficticio. Pero eso es lo que la fantasía. Esos quienes critican los libros de Norman por promocionar la “degradación” o “violencia” necesitan preguntarse por qué tienen tal tenue dominio sobre sus propias identidades que se sienten amenazados por un libro que es tan claramente de celebración de cuentos sublimes, llamativos. John Norman is la calma no sólo para una generación de escritores de ciencia ficción, sino tambien para una generación de escritores de novela erótica, muchos de los cuales con la edición de su hermoso y bárbaro mundo tan claramente visible con la marca goreana.
Hasta hace poco, los libros de Gor estaban disponibles principalmente en librerías de segunda mano, o en catálogos selectos de coleccionistas. Para aquellos de nosotros que conocen y aman los libros de Norman, y se divierten tumultuosamente con el hecho de que están siendo puesto otra vez en circulación general, la publicación de Los reyes sacerdotes de Gor es una ocasión para la celebración.
Anteriormente, mencioné que reconozco dos deudas en esta introducción.
Como dije, la primera es personal. La segunda deuda es a favor de mi generación de lectores y fans. El paisaje onírico de nuestros sueños y fantasias ha sido ricamente aumentado por la imaginación ilimitada de este hombre. Para aquellos de nosotros que conocemos y amamos su escritura, démosle de nuevo la bienvenida.
Para aquellos de vosotros que vais a descubrir la Contra-Tierra, puede la brisa nocturna llevarte sobre el lomo de un tarn, mucho más allá de las montañas de las Sardar y hacia los reinos sin fin de las aventuras extáticas de John Norman.
Disfruta.
Copyright 1996 Michael Rowe. All rights reserved
Traducido por Carrie Dixon
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