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Karú, de Tetrapoli.

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Karú, de Tetrapoli. Empty Karú, de Tetrapoli.

Mensaje  Zhinderella Zhangsun Lun Oct 05, 2009 4:47 am

Me dispongo, (por desgracia de muchos..) a convertirme en una activa participante de este foro en la medida que me sea posible... De desconocida sobre gor y el role play, a novatilla en la materia y curiosa lectora y demas... Os dejo la historia del que va a ser mi nuevo pj en Gor. Un saludo a todos.
*edito: la idea era abrir un nuevo hilo para que colgarais las historias de cada uno de vuestros pjs, pero como en lo referente a los foros y su uso ando un poco pez edito y listo, lo dicho, que me gustaria leer sobre vuestros pjs.


La primavera rozaba su fin: despues de varios meses de arduas disputas entre las ciudades vecinas, el pacto se hacia oficial, cada ciudad tendria un territorio de pesca delimitado, las aguas del Delta del Vosk quedaban divididas, y Tetrapoli, mi ciudad, habia recibido su parte, de donde sus gentes, al fin, podrian sacar provecho sin temor a otro ataque.
Era casi media noche, mi madre, Aliha, una casta verde de la ciudad, se disponia a dar a luz a su segundo hijo, bueno, hija en este caso. Mi padre, un importante integrante de la casta de los constructores,al que recuerdo como un hombre alto, de complexion fuerte, que bien podria haber servido en las filas de la roja, muy serio y tranquilo, esperaba en una estancia contigua a la sala de parto con mi hermano mayor Jezael, y con Nami, la esclava de la familia, cuya tarea principal era cuidar de la prole, y la cual jugara un papel muy importante en esta historia.
Pero volvamos a mi madre... Despues de unirse libremente a mi padre y engendrar a mi hermano, mi nacimiento supuso para ella el cumplimiento de su unica aspiracion por esas epocas: ascender en la escala social y ejercer oficialmente como medico, esta claro que bien podria haberse acojido a la casta de mi padre, pero creo que siempre habia querido ser medico, no por pasion al oficio, sino por creerse mas importante...
Nami nos crio a Jezael y ami, apenas veiamos a mi padre, pues casi siempre estaba de viaje o enfrascado en algun proyecto ``de vital importancia´´ como solia decir el. Mi madre porsupuesto, se dedicaba unica y exclusivamente a la vida social de las damas de su condicion, a derrochar el dinero de la familia y basicamente a alardear de su nuevo cargo, ya podia ejercer la medicina, pero eso era lo de menos.
A la edad de 16 años, mi hermano se inscribio en la guardia, al mando de un comandante digamos de dudosa reputacion y del que yo creo que mi madre ha estado siempre enamorada... y digo esto, porque cuando este hombre se sentaba a la mesa de nuestra casa, yo le miraba a el y a Jezael, y el parecido era evidente...
Con mi padre fuera, mi hermano en la milicia y mi madre... bueno de ella ya no quiero hablar mas, yo me quedaba sola, y el peso de mi educacion recayo obviamente en la leal Nami.
Nami...¿que puedo decir de ella? Hoy dia, si llegara a encontrarmela, probablemente la mataria de la forma mas horrible que se pueda imaginar, pero no adelantemos acontecimientos. Ella me enseño todo lo que una niña de mi posicion debia de saber, hizo el papel de madre, de padre, de hermana, y ahora tengo claro que fue mas por beneficio propio que por devocion, pues al igual que hizo mi madre, ella tambien me uso como llave para abrir la cerradura de su baul personal de aspiraciones.
Los años transcurrieron sin novedad, cada uno cumplia su funcion, y yo poco a poco me iba enterando, por medio de las historias de... mi mentora por llamarla de alguna manera, de que existian muchas cosas mas alla de los muros de Tetrapoli.
-Jezael me ha contado que su comandante esta muy interesado en Karú, estoy segura de que pagaria un buen saco de monedas por ella, seguro que la cuidaria bien, ademas, Nami se ha encargado de entrenarla debidamente, por mi parte no supondria ningun problema, Tark es un hombre bien posicionado, y ahora son tiempos de paz... deberias hablar con el para cerrar el trato- Palabras textuales de mi madre, que como yo bien sabia, no cesaria jamas en su empeño de rebosar sus bolsillos de oro, y si habia de vender a su propia hija, asi lo haria, total, yo ya habia cumplido mi cometido en su plan de vida, asique para ella mi vida solo valia el precio que pudiera obtener en mi venta como esclava.
Para mi sorpresa, mi padre, ese hombre que habia llenado mis baules con pergaminos y mapas de cada rincon de gor, ese hombre amable, familiar, que nada tenia que ver con el caracter manipulador de mi progenitora, cerro el trato, y pocos dias despues de que yo escuchara la conversacion, el mismo me trajo el peor de los regalos que he recibido hasta ahora.
-Tark es un hombre bueno, no es lo que se dice muy joven, pero tiene mucha experiencia, el ha mandado confeccionar estas sedas para ti- Hablaba en un tono un tanto extraño, a la vez que yo, sin dar credito a la situacion, revolvia en la caja que me habia traido.-Las pulseras de cascabel son de plata, has de considerarte afortunada Karú, dentro de cuatro lunas se celebrara la fiesta en la que tu te sometes a el, supongo que Nami ya te habra explicado mas de una vez en que consiste, asique nada mas te puedo decir-. Su discurso terminaba con un beso en mi frente, y creo que esta fue la ultima vez que le vi.
Cuatro dias, en cuatro dias se acabo: no mas vestidos, no mas baños eternos con sales del Tahari, no mas manjares, no mas atenciones, no mas nada de nada.
Nami lo planeo todo, creo que ya lo tenia todo previsto desde hace años y que se mantuvo a mi lado esperando la oportunidad perfecta, y la oportunidad habia llegado. Recuerdo que yo lloraba, no por tener que vivir como esclava, porque eso era algo que podia pasar y para lo cual estaba preparada, lloraba por mi padre, creia que el no me traicionaria, pero lo habia echo. Nami me dio una lista bastante larga, la mayoria de las cosas eran muy faciles de conseguir, vestidos tenia a montones y el dinero lo cogimos del cofre de la casa; una bolsa con comida para varios dias, kanda, paga verde, y varios utensilios quirurgicos que encontre sin problemas tambien en casa, una daga que robamos del armamento de mi hermano, y poca cosa mas. Yo trataba de prepararme mentalmente para mi nueva vida entre la servidumbre, mientras ella escudriñaba pergaminos de mi padre: cada centimetro de Tetrapoli estaba plasmado en esos papeles.
En la noche del segundo al tercer dia, con mi familia y la de Tark ocupados en la preparacion de una fiesta por todo lo alto, escapamos. Aun hoy nose porque la segui, quizas debi dejarla marchar y aceptar mi destino, la esclavitud era normal, y no era algo que me escandalizara ni mucho menos, pero Nami me necesitaba, no le costo mucho convencerme, y yo la segui sin vacilar...
A mi habilidosa mentora, con la ayuda de los planos de los tuneles, solo le llevo dos horas posicionarnos a dos pasangs fuera de los muros de la ciudad.
Y alli estabamos las dos de pie, vestidas como damas, yo, hija de gente de bien por asi decirlo, y Nami, una simple esclava que desde ese preciso instante en el que ambas divisamos las debiles luces de las patruyas de las inmediaciones, ya me dejaba ver su verdadera cara, la cara de una cazadora.
Tardamos cinco dias en llegar a su campamento: dormiamos de dia, por turnos, una dormia y otra vigilaba y viceversa, avanzabamos de noche, yo, que tantas veces habia coloreado los bosques y cordilleras en los mapas que mi padre me regalaba cada vez que venia de sus viajes, me encontraba perdida, desorientada por completo, sino hubiera sido por ella, habria sido encontrada por algun campesino de las inmediaciones o, en el peor de los casos, habria sido devorada por alguno de los innumerables animales que pueblan los bosques de la region. Ella no vacilo en ningun momento, caminaba con paso firme por entre los matorrales como el que discurre por un camino señalizado. Aun no me explico como fue capaz de evitar las patruyas de vigilancia, estoy segura de que mi familia, al echarnos en falta a ambas, mandaria a gente a buscarnos, no lo tengo claro porque no nos encontraron... Durante el viaje me fue explicando muchas cosas, no todas, de haberlo echo, yo probablemente me habria dado la vuelta... Ella era la Se de su tribu: yo habia oido hablar muchas veces sobre las esclavas fugadas, las niñas de los bosques, panteras... Ella misma me habia contado muchas historias que se comentaban entre las kajiras de la ciudad sobre estas mujeres, pero yo hasta aquel momento no era capaz de asimilar que habia tenido a una de ellas a mi lado durante toda mi vida.
-En la cima de la piramide se encuentra la En, es como la jefa de la tribu en funciones, la mas vieja del grupo, pero no tiene porque ser asi siempre- Yo escuchaba atentamente mientras caminabamos, pero... ¿como era posible que esas mujeres nombradas por todos como bestias pudieran llegar a estar tan especificamente organizadas?... La cabeza me iba a extallar, demasiadas emociones, demasiadas preguntas sin respuesta, la esclava que tantas veces me habia vestido, bañado, servido... ahora se encontraba en posesion de mi vida, y eso me daba miedo, mientras tanto, ella continuaba con su explicacion: -Por debajo de la En, se encuentra la Se, o segunda jefa en funciones- hizo una pausa, supongo que para recordar sus tiempos en el cargo. -Ese era mi rango antes de que me capturaran a las orillas del rio. Despues, en tercer lugar, esta la Tor, o tercera- La interrumpi casi por inercia, no confiaba en ella pero en ese momento pense que el rango de tercera me seria otorgado ami. -Entonces cuando lleguemos, tu ocuparas tu puesto de Se y yo el de Tor, ¿verdad?- Se paro en seco, me miro, y por la cara que puso pense que me abofetearia, pero no lo hizo, sonrio y me contesto tranquilamente, yo no lo sabia, pero ella ya tenia un plan para mi. -No, tu ocuparas el puesto de scout, seras una exploradora... Es un cargo importante dada nuestra condicion de nomadas, seras la encargada de explorar nuevas tierras para la tribu.- Bien, fue una rafaga de aire fresco, al fin y al cabo no seria la ultima de la cadena...
A la noche siguiente llegamos al campamento.
No recuerdo bien ese momento, lo que recuerdo perfectamente es que yo, a diferencia de ella, no fui recibida con los brazos abiertos. Hablaban en una jerga extraña, al menos para mi. Estoy segura de que Nami, durante todos los años que estuvo en la ciudad, mantuvo contacto de alguna manera u otra con estas mujeres, sino, es imposible que hubiera podido encontrar en campamento, ya que como ella bien dijo, las panteras son nomadas...Las primeras semanas no fueron lo que se dice faciles: yo suponia una boca mas que alimentar, un peso muerto, y si se diera una situacion de peligro, ellas no dudarian en dejarme atras, eso lo tuve claro desde el principio. Con desgana y bastante hostilidad, (cosa que ahora entiendo, ya que mi paso por esa tribu era por puro interes) me entrenaron en el uso de las armas usadas habitualmente por campesinos: el arco, la espada corta, la lanza... Yo, por mi parte, tambien les enseñe algunas cosas sobre medicina, unico legado que habia adquirido de mi madre. Aprendi a valerme por mi misma, y con el amparo de las que Nami llamaba jerags, poco a poco fui aprendiendo a vivir como una cazadora.
Varios meses despues de nuestra llegada, llego el momento de que yo cumpliera mi parte en el plan de Nami y de su tribu: yo ya era una mas, cazaba mi comida, ayudaba en las tareas del campamento, estaba en forma, en fin, que ya estaba preparada para el gran final.
Una noche, despues de la cena, la En hablaba -Karú, mañana partiras hacia el norte, este territorio es inseguro y yo he de preservar la integridad de las hermanas, esta vez iras sola y el viaje sera mas largo que los demas, has de buscar un lugar mas seguro para la tribu, comprobar que no hay peligro, y cuando todo sea viable, deberas mandar un vulo informando de tu posicion, mientras nosotras, prepararemos el viaje, te deseo suerte, tu eres fuerte, Karú.- Esas fueron las ultimas palabras que escuche de esa mujer, a la mañana siguiente partiria rumbo al litoral, ya habia ido en misiones de exploracion otras veces, pero esta vez era mas peligroso, ademas iria sola... Estaba contenta, quizas pense que el haberme otorgado ese encargo tan importante, cuando nos volvieramos a juntar, yo ascenderia de cargo y las cosas irian mejor, pero una vez mas, me equivoque.
Ocho dias, fueron ocho dias los que tarde en llegar hasta las costas cercanas de Lydius, haciendo memoria, fue mas facil de lo que esperaba, me habian dado dinero del mismo saco que Nami entrego a su En el dia que llegamos, yo iba vestida como una she urt para evitar sospechas por si me encontraba alguien, la verdad esque no tuve demasiados problemas... Encontre una zona perfecta, analize el terreno, habia caza, pesca, arboles frutales, el lugar perfecto, la victoria era mia, me asente y esa mima noche envie el vulo tal como me fue dicho. No estoy segura, pero calculo que pasaron tres semanas mas o menos y no recibi respuesta alguna, ¿Que pasaba?, ¿porque no venia nadie?, un vulo tras otro, y pasaban dias y dias y nadie acudia a mi llamada. Nuevamente estaba sola y tuve tiempo para pensar, ate cabos, Nami y las suyas, me habian usado como señuelo desde el primer momento, yo era un reclamo para los que en su momento fueron sus captores, creo que mi funcion era atraerlos para que ellas saciaran su sed de vengaza pero al no acudir nadie en mi busqueda, simplemente se deshizieron de mi, o eso creo. Por otro lado estaba mi hermano Jezael, el seguro que estaria removiendo cada trozo de tierra de Gor junto con mi padre, pero esto ultimo no lo tengo muy claro, mi madre, seguramente, se habria desentendido del tema. Lo pense varias veces, el volver a casa, podria decir que Nami me rapto, podria enseñarles a todos el emplazamiento del campamento, pero si volvia, tambien cabia la posibilidad de que todo esto solo hubiera sido una pausa en el tiempo y que acabara esclavizada por el comandante... Evidentemente las mujeres con las que habia convivido los ultimos meses habian metido en mi cabeza ideas muy diferentes sobre todo lo que yo conocia. No volvere, al menos de momento.
En estas tierras ha de haber mas como yo, si las encuentro, quizas sea mi momento de trazar mi propio plan.

Zhinderella Zhangsun

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